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Los estándares no sólo han sido clave durante la emergencia sanitaria, sino que también lo están siendo para la recuperación económica.

Un factor protagonista en esta crisis pandémica ha sido la normalización española, integrada por la industria nacional que, de la mano de las administraciones públicas, ha sabido responder de manera ágil al mayor de todos los retos que ha tenido que afrontar la sociedad en el último siglo.

Ante el panorama inicial de la pandemia de desabastecimiento y para facilitar la transformación de productores españoles, se tomó la iniciativa de facilitar el acceso gratuito a las normas que señalan los procesos para conseguir una fabricación segura y rápida de materiales sanitarios de primera necesidad como mascarillas, sábanas quirúrgicas, gafas protectoras y otra ropa y equipos de protección. Esta acción obtuvo el reconocimiento de la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas.

Igualmente, las diversas asociaciones empresariales en equipo con las administraciones públicas trabajaron laboriosamente para crear normas de gestión empresarial, de calidad y seguridad de productos para reducir significativamente riesgos frente al coronavirus SARS–CoV–2 . 

Estas acciones ponen de manifiesto la importante contribución de la normalización a la recuperación económica. Se calcula que las normas aportan un valor en torno al 5% de las ventas de las empresas, una cifra que para el conjunto de la economía española supone el 1% del PIB.

Los estándares o normas son la hoja de ruta para empresas y administraciones; representan el marco común de la sociedad para encontrar y definir las mejores prácticas, proporcionan directrices claras y aportan seguridad y confianza.