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El nuevo virus SARS-CoV-2 tuvo su origen en la ciudad china de Wuhan a lo largo del mes de diciembre de 2019. Como consecuencia de esta situación, y desde entonces, se ha generado una alarma social y mundial en todos los sectores de la sociedad, con la paralización de la actividad económica asociada. Desde el punto de vista epidemiológico, el virus aún presenta grandes enigmas; se desconoce su tasa de contagio, su tasa de mortalidad, si tiene carácter estacional o no, la duración de los anticuerpos en el organismo, etc. Sin embargo, los efectos que ya está teniendo en la economía mundial o la movilidad de las personas son evidentes.

Más allá de la profunda crisis económica que está provocando, la pandemia de la COVID-19 ha revelado vulnerabilidades en los sistemas de producción y en el funcionamiento interno de las organizaciones, aflorando enormes vacíos por la inexistencia de planes de continuidad operacional, algo que debería abordarse próximamente y con carácter de urgencia.

A nivel nacional, la paralización empresarial derivada de la situación de alarma y el confinamiento que estamos sufriendo, de los más estrictos de Europa, así como el gran peso que representa en el PIB el sector servicios y la dispersión de su tejido empresarial, representado en un 80% por pymes y micro-pymes, suponen un reto adicional de cara a la vuelta a la normalidad laboral.

Todas estas cuestiones alimentan la expansión de una incertidumbre, que incide directamente en la seguridad que perciben los clientes y consumidores a la hora de realizar cualquier tipo compra y/o contratación.

Conscientes de toda esta situación, en ISOEXPERTISE hemos diseñado un sistema de protocolos que ayudarán a las compañías, sea cual sea su volumen y actividad, a implantar las medidas organizativas necesarias para reducir la incidencia de la COVID-19 en las mismas, garantizando así el buen funcionamiento de las empresas, independientemente del grado de incidencia que la COVID-19 pueda suponer.

Este sistema de protocolos, facilita el adaptar y disponer de un espacio laboral más saludable, higiénico, seguro y preventivo que ayude a generar confianza y seguridad en empleados, clientes, proveedores y demás partes interesadas, siendo reconocido y certificado por las distintas Entidades de Certificación.